Freud, Destinos de la Pulsion

Libido
Es la expresión psíquica de una pulsión sexual, se caracterice por iniciarse en un estímulo, tener una dirección y una meta.
El cuerpo para Freud es un Soma; atravesado por la “cultura”. Nosotros no tenemos instintos como los animales, por ejemplo sentido deseos de beber (sed) coca-cola.
La pulsión proviene de estímulos internos que son necesarios satisfacerse, ahora como se satisfacen está determinado por la cultura. Este como se satisface es la “dirección” de la pulsión (como por ejemplo un estímulo interno es la necesidad de prolongar la especie). También tiene un objeto interno y tiende siempre a la satisfacción. Por lo cual la pulsión siempre se satisface de un modo u otro; no siempre como los genes lo estipulaban. Es decir el icc tiende a descomprimirse (se expande, diversifica), dándose así las direcciones de la pulsión.
Destinos de la Pulsión:
La represión:
No en el sentido patológico, (simplemente coloquial; me aguanto las ganas), sino el normal como en el control de esfínteres o al hablar que decimos una palabra después de la otra en lugar de todas juntas.
Sublimación:
Descrita en el texto de Nasio (ideal del yo y yo ideal,). Es como el hombre maneja su tanatos, su agresión para convertirla en algo aceptado por la cultura; la caza, la creación, el deporte, etc. Entonces la pulsión agresiva se expresa sublimando a través de la cultura (picar piedra, cirugía mayor).Toda actividad implica una agresividad (se necesitan romper huevos para armar una tortilla).La cultura da recompensas a cambio de la capacidad sublimatoria de cada uno.
Desde luego se puede sublimar y reprimir a la vez.
Transformación en lo contrario:
Es como una especie de compensación, por ejemplo los moralistas del opus dei. O la liberalidad sexual que esconde la represión sexual (temores respecto del varón y el embarazo) (deseo desbordante porque en realidad no sabes qué hacer con la sexualidad). O el odio a una cuñada porque es aparentemente odiosa pero encubre tu deseo incestuoso.
Vuelta contra sí mismo
El acólito cuando pierde su objeto de amor y no puede llevar a cabo un adecuado proceso de duelo; es decir reconocer que el amor está en su capacidad amatoria y no en el objeto; se convierte en melancolía y puede llegar incluso a matarse pues no puede dejar de identificarse con el objeto amado. Otro duelo muy frecuente es cuando se termina una carrera. Esta vuelta contra sí mismo siempre es pesada; pues la pulsión siempre buscara satisfacerse y estar depositada en un objeto.
Inhibición
Freud la describe como una represión exitosa sin síntomas, o al menos pocos síntomas somáticos. Seria en realidad una renegación más que una renuncia pues ni llega el inconsciente. Son personas excelentes y perfectas en todo pues tienen separado el imaginario de lo simbólico, es decir la representación de la cosa del sentimiento afectivo que esta debería producir en mí.

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