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¿Es Gabriela Spanic la villana de su propia historia de telenovela?

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No es una escena guardada de "La usurpadora", tampoco es Paola Bracho en el papel, es la misma Gabriela Spanic en pleno careo con su exasistente, a quien acusó de haberla envenenado. Recibió burlas, la tildaron de 'mentirosa' y de 'loca', sobre todo cuando en un audio se metió con la 'novia de América', Lucero.

Su pleito con su exasistente y con la consentida de Televisa le costó su entierro por 7 años. Sí, 7 largos años en los que empeñó sus joyas, ofrecía cursos de automaquillaje, hacía ventas de garaje, alquilaba cuartos en su casa y hasta vendió comida para sobrevivir.

"La usurpadora" la llevó a la gloria y hasta Indonesia le hizo una escultura como la "mujer más influyente" en el país. Lamentablemente su influencia no se logró en el amor, ni siquiera porque la boda fue la más televisada en Venezuela y parecían vivir un cuento de hadas.

Su apariencia física actual tiene desatada las redes sociales (foto 3) y, ni qué decir del distanciamiento con su hermana gemela Daniela por más de una década...¿es realmente Gabriella Spanic la villana de su propia historia? hoy te lo contamos.

Así fue como Gabriela Spanic inició su carrera en esta sonada y turbulenta industria del entretenimiento, representando a su natal Guárico en Venezuela. A pesar que no se llevó el título, esta vitrina le sirvió para 2 años después consiguiera su primer protagónico en la telenovela "Como tú ninguna", en la que por primera vez hizo de buena y de malvada al mismo tiempo.

Si te conmoviste con "La usurpadora", debes saber que Gabriela ya venía cargando este papel desde sus inicios. "Como tú ninguna" fue uno de los melodramas más importantes de Venezuela y el que no solo le dio esa vitrina para que unos años después saltara al "Hollywood de las telenovelas", también donde encontraría el amor.

Miguel León era el galán del momento y Gabriela el nuevo rostro que saltaba a la fama. Eran la pareja favorita de la pantalla y hasta su matrimonio fue televisado. Soñaban con tener hasta 10 hijos, pero no llegaron ni siquiera a uno, cuando se divorciaron en medio de rumores de infidelidad por parte de la venezolana, quien tuvo que entregarle el 50% de su fortuna para que pudieran desvincularse.

Acepta que fue "tonta" por entregar el 50% solo para librarse de un trámite engorroso, pero no se arrepiente de haberlo dejalo. Según Gabriela, Miguel entró en una fase de descuido y depresión. Su carrera estaba echada abajo y ella en plena popularidad se volvió a enamorar del actor José Ángel Llamas cuando protagonizaban "La venganza".

Niega la infidelidad, pero sí le confesó a Miguel que había vuelto a ilusionarse y quería el divorcio antes de faltarle. A las finales se divorciaron y Gabriela inició una relación con José Ángel Llamas que también terminó muy mal.

Con Miguel, Gabriela mantuvo una relación muy alejada de las polémicas, pero con José Ángel Llamas, empezó a ser objeto de burlas. La vida de la venezolana se volvió un guion de telenovela, en el que más de uno la tildó de la verdadera villana.

Ni bien salía de un escándalo ya estaba metida en otro, como cuando se enfrascó en una disputa legal con el empresario Neil Pérez por la paternidad de su único hijo.

A pesar que se confirmó su paternidad, Neil nunca se hizo cargo. Gabriela terminó asumiendo la total responsabilidad de su hijo; sin embargo, no es el único hombre con el que tuvo problemas. En su libro "Mi vida entre líneas" contó que Mauricio Islas con quien protagonizaba la telenovela "Prisionera", intentó atacarla y llevarla a la cama "por las buenas o por las malas". Una grave acusación justo en el momento en que al actor también llevaba la acusación por lo mismo con la actriz, Génesis Rodríguez.
A otro que también señaló del mismo delito fue al cantante, Pablo Montero, con quien compartió espacio en "La casa de los famosos".

No lo denunció en su momento por el contrato de exclusividad que tenía con el canal, pero Pablo nunca se disculpó de su actuar y la producción lejos de buscar una salida habría preferido encubrir la falta; aunque, las siguientes denuncias que le llovieron a Pablo Montero por el mismo motivo, ya no se pudieron tapar.

En 1998, Gabriela Spanic llegó a la televisión mexicana para protagonizar "La usurpadora", una telenovela que fue su 'trampolín' a la internacionalización, pues el melodrama llegó a tener un éxito arrasador en 125 países traduciéndose a más de 25 idiomas. Su influencia en los papeles de Paola Bracho y Paulina le dieron hasta una escultura en Indonesia. Tres años más tarde, volvería a ser papeles opuestos en "La intrusa", claro con una trama diferente, pero haciendo doble actuación.

Видео ¿Es Gabriela Spanic la villana de su propia historia de telenovela? канала LINEA DE TIEMPO
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15 декабря 2023 г. 4:52:09
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