¿Yo, infiel? Ni de riesgos - Carlos Olmos - 30 Enero 2019

La infidelidad es engaño, la infidelidad no es solo tener relaciones sexuales con otras personas que no es su esposo (a) sino también involucramiento emocional, mensajes insinuantes, conversaciones picantes, caricias, besos, coqueteo, fotos seductoras y otro tipo de expresiones que dividen la relación con nuestro cónyuge.

Malaquías 2:14B (NTV) El Señor fue testigo de los votos que tú y tu esposa hicieron cuando eran jóvenes. Pero tú le has sido infiel, aunque ella siguió siendo tu compañera fiel, la esposa con la que hiciste tus votos matrimoniales.

¿Qué es ser infiel?
Ser infiel significa que no somos personas de palabra, que hemos despreciado a nuestra pareja, que somos condicionales, que hemos actuado en lo oculto y que engañamos, pero además que no nos interesa lo que Dios piensa.

Una infidelidad es el resultado de actos previos donde el corazón se empieza a dividir, por ejemplo:
- Falta de diálogo.
- Temas vedados.
- Desacuerdos que quedaron en el aire.
- Costumbre en la relación.
- Los espacios han sido invadidos por los hijos.
- Fortalezas mentales.
- Insatisfacciones.
- Secretos en la pareja.
- Admiración y contemplación hacia el pasto ajeno.
- Alejamiento y desunión.
- Creer que otra persona puede suplir lo que nuestra pareja no ha suplido.

La infidelidad tiene un alto costo.
Lucas 14:28-33 (NTV): Sin embargo, no comiences sin calcular el costo. Pues, ¿quién comenzaría a construir un edificio sin primero calcular el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo? De no ser así, tal vez termines solamente los cimientos antes de quedarte sin dinero, y entonces todos se reirán de ti.

No hay excusa válida para ser infiel, pero ¿Qué hay que hacer cuando hay problemas en el matrimonio?

- Ponerle el pecho a las situaciones que no andan bien y hablar.
- Diálogo, comprensión, acuerdos y despojarnos del egoísmo.
- Orar y ayunar para abrir espacio para Dios en nuestra relación
- Blindemos nuestra relación con la dependencia de Dios y tengamos presente
sus mandamientos.
- No demos papaya. No le abramos el corazón a alguien del sexo opuesto.
- Cuidémonos del adúltero y la adúltera.
- Apreciemos y valoremos el regalo que nos da Dios con nuestra pareja.

Infidelidad hacia Dios:
A Dios le duele tanta la deslealtad hacia la pareja como hacia él.
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