The Bull Pen, el casino que funcionó dentro de la prisión.

En 1931, el estado de Nevada legalizó el juego para intentar financiar las arcas públicas con los impuestos derivados de las apuestas. Algunos meses más tarde, las autoridades de la prisión de Carson City solicitaron una licencia de juego. Y así dieron inicio a Bull Pen Casino que incluía prácticamente los mismos juegos que un casino convencional: Blackjack, dados, póker y apuestas deportivas, que eran gestionadas por los propios reclusos.

Bull Pen Casino contaba con sus propias fichas. Piezas de 5, 10, 25, y 50 centavos y de 1 y 5 dólares, fabricadas en metal en los talleres ocupacionales de la propia cárcel. Cuando los prisioneros finalizaban la condena, las autoridades le abonaban lo ahorrado.

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