“No somos de los que retroceden” Pastor Javier Bertucci (Viernes 17-07-2015)

Una de las cosas que caracteriza a El Evangelio Cambia es la pasión y la persistencia para llevar el mensaje de Jesucristo a las calles. Sin duda, somos tenaces al llevar esta labor que Dios nos mandó a hacer, cuando entendemos que tenemos este llamado, nos referimos a la salvación de todo un país y no solo de un grupo pequeño. Todos somos llamados al ministerio de la reconciliación, todos aquellos que hemos confesado a Jesús como nuestro Señor y Salvador podemos ser partícipes de predicar el Evangelio. Con determinación, llevaremos el mensaje de Jesús hasta las últimas consecuencias.

Hebreos: 10:38-39: “Mas el justo vivirá por fe;
Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”

No es fácil, pero la pasión y entrega que podamos dar, nos hará precursores de la segunda venida de Jesucristo. Este compromiso con Jesús no puede limitarnos a solo una obra de teatro o solo predicar, nuestro servicio va más allá de lo que sabemos que tenemos que hacer. Muchos nos preguntarán: ¿Qué ganan con predicar a Jesús? No ganamos dinero, reputación, aplausos o añadiduras, podríamos decir que nuestra recompensa es que el infierno lo pierde todo cuando salimos a predicar.

Nuestras motivaciones deben ser puras y sin ningún tipo de religión para llevar la palabra de Jesús a esta generación. Aunque arriesguemos muchas cosas, nuestra convicción va más allá de cualquier interés personal.

No pierdas la pasión de predicar a Jesús, Él nos amó primero, no condiciones su amor. Tal vez usted no viene de una religión donde la competencia abundaba entre la gente y era totalmente humanista, en cambio, esta generación marcó una diferencia, demostrando un amor tan profundo por hacer la obra de Jesús en cualquier lugar y en diferentes situaciones, que no les importa predicar bajo la lluvia o con un sol intenso. Al predicar nos hacemos preservadores de las almas de este país.

No retrocederemos ante las circunstancias, vamos a creer y luchar por este país para salir adelante. Podemos sentir temor ante cualquier situación, es válido, pero el problema es cuando nos dejamos controlar por el miedo. La valentía siempre trae cicatrices, no hay un valiente que no tenga una historia tras una herida. Quien vive en temor no podrá tener sus propias derrotas y victorias.

¿Quieres ver experiencias de poder en tu vida? Avanza y sigue creyendo por ese milagro, necesitas el éxito, pero también pasar por el fracaso.

Job: 1: 14-17 “y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia.

Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.”

El enemigo siempre querrá tocar tus finanzas, el diablo sabe que la gente necesita tener la sensación de seguridad en el corazón y sabe que hay que ser un verdadero adorador para enfrentar situaciones difíciles. ¿Qué es lo que el enemigo quiere quitarte? Tu adoración. No dejes que Satanás robe tu adoración a Dios.
Juan 4:39: “Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.”

Un día, Jesús se encontró a una mujer samaritana que sacaba agua de un pozo, Él no la condenó por sus hechos y luego de ese encuentro, ella volvió a su aldea a contar y predicar lo que Jesús le había dicho y todos creyeron por el testimonio de aquella mujer. Jesús busca verdaderos adoradores en espíritu y en verdad.

Cuando salimos a predicar a Jesús, lo hacemos por obediencia, pero cuando adoramos, agradamos directamente al Padre. Al dejar a un lado deudas, conflictos o problemas para adorar a Dios, demostramos un profundo agradecimiento que sale del corazón.
Job 2:11: “Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.”

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